¿Qué riesgos se asumen al tener una cuidadora sin contrato?
Con todos los gastos y la crisis económica, es normal pensar una y otra vez en qué aspectos puedes ahorrar un poco de dinero. No obstante, hay servicios en los que conviene pagar el precio completo para evitar un daño más grande en el futuro. Una de ellas es la contratación de una cuidadora para personas mayores.
Las cuidadoras sin contrato son más económicas y a simple vista parecen ofrecer los mismos que una cuidadora contratada. Sin embargo, esto está lejos de la realidad. Debes enterarte de cuáles son los riesgos a los que te expones al asumir esta modalidad de trabajo.
¿Qué es una cuidadora sin contrato?
Cuando estás en la búsqueda de una cuidadora de personas mayores seria y certificada, verás que su principal modalidad de trabajo es bajo un estricto contrato de servicios. Este te protege a ti a la persona dependiente y a la empresa.
Una cuidadora sin contrato se trata de una modalidad de trabajo en la que decides pagar por un servicio de cuidado de personas mayores de manera poco ética. Esto se debe a que la contratación directa de personas especializadas en el cuidado de adultos mayores es compleja y requiere un cierto grado de conocimiento en la materia.
Una cuidadora sin contrato es una persona a la que le das el empleo de cuidar a un adulto dependiente sin lazos legales o contractuales que les den obligaciones y derechos.
¿Por qué es peligroso contratar a una cuidadora sin contrato?
El primer problema que puedes encontrarte es que no puedes realizar reclamaciones legales si esta persona no cumple con sus deberes. No hay un contrato legal que os una. Por eso, emprender acciones legales cuando pagas por un servicio es complicado y no tienes evidencias sólidas que te apoyen.
Otra realidad preocupante con respecto a esto, es que a menudo, las cuidadoras sin contrato tampoco cuentan con experiencia o certificaciones para realizar el trabajo. En realidad, pueden representar un serio riesgo para la salud de la persona.
Una cuidadora profesional debe ocuparse integralmente de la salud de un paciente. Debe conocer sus necesidades, así como haber estudiado estrategias para que se sienta mejor, útil y cómodo con su vida, aunque dependa de alguien más.
Estas son cosas que normalmente no se tienen en cuenta en las cuidadoras sin contrato. En su caso, su principal objetivo es cuidar de la persona sin velar por intereses mayores.
Dicho de otra forma, se trata de un servicio precario que sigue agravando la situación económica. Genera que surjan más cuidadoras sin contrato que reducen la calidad de los servicios prestados.
Ventajas de contratar a una cuidadora profesional
Sin duda alguna, las cuidadoras profesionales con contrato te ofrecen todos los beneficios que se establecen en el contrato. Entre estos, figuran actividades al aire libre para personas mayores, certificación para prestar primeros auxilios, terapia ocupacional, distracciones lúdicas que apoyen el aprendizaje y manejo de la motricidad, entre otras cosas.
En pocas palabras, las cuidadoras profesionales pueden ofrecer un servicio a la carta que bien puede adaptarse a las necesidades de cada uno de los pacientes.
Un claro ejemplo de esto está en SADA. Como servicio de ayuda domiciliaria te ofrece la seguridad de saber que tu familiar o conocido estará muy bien atendido durante todo el tiempo de cuidado.
De la misma manera, es un servicio disponible para urgencias las 24 horas del día. Además, ofrecen profesionales titulados que están listos para emprender cualquier labor que requieras: Ayuda doméstica, acompañamiento de vehículos adaptados, acogidos a la ley de dependencia y atención a la dependencia en general.
Contratar a una cuidadora profesional paso a paso
Una de las razones que hay para no contratar a una cuidadora profesional es que se cree que hacer la contratación es muy difícil. No obstante, cuando tienes a tu disposición un servicio especializado como el de SADA, te encontrarás con una contratación sencilla en tres pasos simples que debes seguir:
- Dejar tus datos de contacto usando el formulario que está disponible en la web. También puedes llamar a los números de contacto para solicitar información.
- Espera que la empresa te contacte y expresa tus inquietudes para que te den la solución definitiva a tus preocupaciones.
- Un asesor te mostrará cuáles son los planes disponibles que responden a tus necesidades y presupuesto.
Una vez que hayas hecho esto por primera vez, no necesitarás repetir el procedimiento. La cuidadora se encargará de ir adaptando los servicios de acuerdo a la evolución o el estado del paciente mientras se ofrecen los servicios de cuidado.
Esta, sin duda, es una de las mejores ventajas de contar con una cuidadora profesional. Sus cuidados están certificados y puedes confiar en ellos permanentemente. Además, en caso de incumplimiento de contrato tendrás a que acogerte.
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