¿Qué es el duelo anticipado?
El miedo, la frustración y la tristeza son sentimientos que surgen en diferentes momentos de la vida. Tras la pérdida de un ser querido es completamente válido experimentar un proceso psicológico conocido como el duelo.
Muchas veces, las familias se enfrentan a un conjunto de sensaciones emocionales muy dolorosas y desagradables que cambian por completo sus vidas. Incluso, antes de que la persona amada desaparezca. En este caso, nos referimos al duelo anticipado.
En las siguientes líneas se explicará en qué consiste, cuáles son los sentimientos que produce y qué puede hacer el familiar del doliente para afrontar la pérdida de una forma más llevadera.
Un tipo de duelo que requiere atención
El duelo anticipado ocurre cuando alguien cercano padece alguna enfermedad terminal o presenta un cuadro de salud en el que la recuperación es imposible. En dichas circunstancias, el fallecimiento parece inminente, sea a corto o largo plazo.
Durante el proceso, los parientes se enfrentan a múltiples desafíos. El cuidado de un pariente con una patología degenerativa o crónica no es tan sencillo como parece. Nadie quiere ver a un ser amado deteriorarse o que esté incapacitado para llevar a cabo ciertas tareas básicas.
En tales casos, buscar un servicio de ayuda domiciliaria como SADA puede disminuir la carga. Estos especialistas están perfectamente cualificados para atender, acompañar y cuidar de manera personalizada a ese ser querido.
Tener la certeza de que el desenlace tras una enfermedad es la muerte provoca un gran número de reacciones y sentimientos indescriptibles, tanto en el paciente como en el familiar cercano. Las despedidas nunca son fáciles. Se trata de momentos cargados de emociones intensas para todos los involucrados.
Por lo general, se priorizan los sentimientos del doliente. No obstante, el familiar allegado también necesita ayuda para canalizar lo que siente.
Sentimientos que emergen durante el duelo anticipado
Durante el duelo anticipado aparecen muchos sentimientos encontrados. Los padecimientos incurables pueden provocar distimia en ancianos y altos niveles de frustración. Aunado al dolor que les provoca la enfermedad, sienten tristeza, miedo y mucha tensión.
Estos cambios no solo se manifiestan en el convaleciente. Los que están a su lado suelen sentir enojo, frustración por la imposibilidad de hacer algo para evitar el sufrimiento y múltiples sentimientos de culpa.
En ocasiones, la situación es tan desconcertante que los familiares podrían experimentar falta de apetito, irritabilidad, insomnio, agitación o momentos de llanto inesperado. El estado de ánimo no suele ser el mismo y los niveles de tolerancia tampoco.
Mientras transcurre este proceso es habitual que el intenso dolor esté presente aunque el ser querido aún esté con vida. Cada uno asumirá de una forma distinta las diferentes etapas del duelo desde la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.
Recomendaciones prácticas para afrontar de una manera más llevadera el dolor
El duelo anticipado les permite a los familiares apoyar a la persona convaleciente durante sus últimos días. Asimismo, el ser querido recibe el amor y la comprensión de los que le rodean. Contrario a las muertes imprevistas, aquí se produce la despedida.
Este es un componente esencial para sanar las heridas. El sentimiento de que se ha hecho todo lo que se ha podido para mitigar la dolencia también ofrece algo de paz y tranquilidad.
No obstante, ver el sufrimiento o agonía de un familiar podría ser algo bastante traumático, sobre todo por la imposibilidad de controlar la situación. Otro factor que impide el correcto duelo guarda relación con la esperanza. Es decir, pensar que, mientras hay vida, las posibilidades de recuperación se mantienen.
El dolor siempre está presente de una manera u otra. A fin de reducir el sufrimiento y afrontarlo de una forma más llevadera se recomienda:
- No contener las lágrimas: Llorar contribuye a drenar y a canalizar oportunamente las emociones. Consiste en una reacción normal ante una pérdida. Las lágrimas expresan la tristeza abrumadora y derramarlas es muy positivo para sanar.
- Desahogo: Expresa lo que sientes. No te guardes la angustia, el enojo y la frustración. Escribe en una hoja tus emociones, habla con un amigo u otro familiar, desahógate sobre lo que ocurre. Compartir los sentimientos suele ser reconfortante.
- Busca una fuente de relajación: Erradicar la ansiedad podría ser complicado en su totalidad. Sin embargo, durante el proceso de duelo anticipado los ejercicios respiratorios ayudan a relajarte. Por otra parte, si las circunstancias lo permiten, practica algún deporte al aire libre o lleva a cabo alguna actividad física de tu agrado.
- Apóyate en los profesionales: Perder a un familiar nunca es sencillo. Cada individuo enfrenta el duelo de formas distintas. Es pertinente seguir estas sugerencias:
- Una alternativa que te ayudará a aliviar la carga consiste en buscar apoyo de centros especializados en el cuidado de personas convalecientes.
- En caso de que la situación te parezca imposible de llevar, recurre a un profesional terapéutico. Sus consejos pueden ser muy útiles en tales circunstancias.
Artículos relacionados
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Categorías
Entradas recientes
Comentarios recientes
- Sara Richart Cerdà en 10 ejercicios para personas que padecen Parkinson
- Blanca en 10 ejercicios para personas que padecen Parkinson
- Sara Richart Cerdà en 10 ejercicios para personas que padecen Parkinson
- Sara Richart Cerdà en 10 ejercicios para personas que padecen Parkinson
- Eduardo Fumberg en 10 ejercicios para personas que padecen Parkinson