El cuerpo del ser humano trabaja como una maquinaria con engranajes que funcionan con mucha precisión. Gracias a que todo está en equilibrio, las funciones vitales pueden desempeñarse óptimamente.

Los procesos de digestión forman parte de esas funciones y la microbiota intestinal cumple un papel esencial en ellos. Debido a eso, es indispensable cuidarla. Sobre todo, al ir envejeciendo.

Microbiota intestinal: ¿Qué es?

Hablando de forma general, el término microbiota se aplica a los microorganismos presentes en cierto entorno definido. Por lo tanto, la microbiota intestinal son los microorganismos existentes dentro del intestino. Una persona con 70 kg de peso puede tener hasta 100 billones de esas bacterias.

Esto es beneficioso, ya que esos microorganismos cumplen un papel crucial en la defensa y nutrición del organismo.

Por qué cuidar la microbiota intestinal

Las funciones principales que desempeñan las bacterias presentes en la microbiota del intestino son:

  • Nutrición: Favorecen la debida absorción de vitaminas y minerales esenciales para la digestión. También producen moléculas que contienen propiedades que benefician a todo el organismo.
  • Comportamiento: Las alteraciones influyen perjudicialmente en cómo se comportan los neurotransmisores empleados para la comunicación de las células. De hecho, algunos estudios relacionan los niveles inadecuados de microbiota con las causas más frecuentes de la pérdida de memoria.
  • Defensa: Refuerzan el sistema inmunológico y componen una defensa en contra de microorganismos patógenos, los cuales pueden amenazar la salud.

Básicamente, tener una sana microbiota intestinal te ayudará a conseguir una resistencia mayor ante infecciones y enfermedades autoinmunes. Además, contribuirá a que la actividad de tu metabolismo se desarrolle correctamente y se regulen ciertas funciones neurológicas. Por todas esas razones, es importante cuidarla cada vez más al ir haciéndote mayor.

Enfermedades asociadas

Dolencias intestinales

Una microbiota intestinal alterada se relaciona de forma directa con enfermedades que afectan el aparato digestivo, tales como:

  • La enfermedad de Crohn
  • El cáncer colorrectal
  • La infección por H. pylori
  • El hígado graso (no asociado al consumo excesivo de alcohol)
  • La enfermedad celíaca
  • El síndrome de intestino irritable

Debido a que el aparato digestivo está estrechamente relacionado con otros órganos, una flora intestinal desequilibrada puede generar:

  • Asma
  • Psoriasis u otras alergias cutáneas
  • Depresión y ansiedad
  • Enfermedades renales crónicas
  • Alzheimer
  • Obesidad

Consecuencias de su descuido en personas mayores

La disbiosis, como se denomina a la alteración de los microorganismos del intestino, no solo produce trastornos gastrointestinales. Lo cierto es que sus repercusiones al llegar a una edad avanzada son mayores y más comunes.

Eso se debe a que se va generando un envejecimiento intestinal, el cual puede darse naturalmente por cambios fisiológicos. No obstante, ese envejecimiento también puede ser consecuencia de una enfermedad o una dieta perjudicial para la microbiota intestinal.

Cómo mejorar la microbiota intestinal durante el envejecimiento

Restablecer las bacterias intestinales con una buena alimentación

La presencia de los microorganismos beneficiosos dentro del intestino cambia conforme pasa el tiempo. En los adultos mayores, las bacterias que componen la microbiota intestinal van decayendo. Como resultado de ello, otros microorganismos que son potencialmente peligrosos van ganando más terreno.

Considerando las funciones y los beneficios que origina una buena microbiota intestinal, queda claro que es fundamental cuidarla. La mejor manera de conseguirlo es manteniendo una buena alimentación, sobre todo al alcanzar una edad avanzada.

Ingredientes a evitar

La SEEN ha determinado cuáles son los alimentos o ingredientes que producen los efectos más nocivos sobre la microbiota. A fin de evitar consumirlos de manera regular, a continuación se especifican cuáles son:

  • Bebidas isotónicas y azucaradas
  • Alcohol (en exceso)
  • Conservantes artificiales
  • Alimentos con exceso de grasa
  • Zumos envasados de frutas
  • Alimentos ultra-procesados (bollería industrial, comidas precocinadas, carnes procesadas, embutidos y más)
  • Harinas refinadas
  • Edulcorantes artificiales

Alimentos a ingerir

Aparte de descartar los alimentos que dañan la flora intestinal, la recomendación es consumir probióticos o prebióticos. La lista de los alimentos que contienen naturalmente esos ingredientes, y deberían incluirse en la dieta, es la siguiente:

  • Legumbres (garbanzos, frijoles, chícharos y lentejas)
  • Pan con masa madre
  • Verduras encurtidas (tomates, zanahorias, pepinos, rábanos, judías y más)
  • Cereales integrales (avena y trigo integral)
  • Frutas (manzanas, plátanos, piñas, naranjas, arándanos y otras)
  • Lácteos fermentados (kéfir y yogur)
  • Miel
  • Frutos secos

Cuidado especial

Ayuda domiciliaria a la persona anciana

Cuidar a una persona de tercera edad no es una tarea fácil, por todas las atenciones y responsabilidades que implica. No obstante, contar con profesionales en asistencia domiciliaria, como los nuestros, te será de gran ayuda en esa labor.

Prestarán especial atención a la calidad de la alimentación y el descanso de la persona mayor. Además, trabajarán para evitar el estrés y la deficiencia de actividad física, que también repercuten en la microbiota intestinal.

Por otro lado, si lo prefieres, podemos ofrecerte ayuda en las tareas domésticas para que te centres en cuidar a tu familiar. Solo tienes que contactarnos para ofrecerte el tipo de asistencia que necesitas, para el bienestar de tu ser querido.