Qué son las úlceras por presión y cómo tratarlas
Las úlceras por presión o de decúbito son áreas de piel lesionada que se originan al estar en una misma posición durante mucho tiempo. Generalmente, ocurren en los tobillos, talones y las caderas. El peligro aumenta si se el paciente está permanentemente en una cama, silla de ruedas o por la imposibilidad de cambiar de lado.
Existe una variedad de tratamientos para las úlceras por presión. Las más avanzadas pueden ocasionar infecciones graves y poner la vida en riesgo ya que se sanan lentamente. Por lo tanto, se recomienda la prevención o el tratamiento anticipado.
Causas
Las lesiones sobrevienen debido a una excesiva fricción sobre la piel durante mucho tiempo, lo que disminuye el flujo sanguíneo en el área. Cuando no hay suficiente sangre, la piel puede morir y causar una llaga. La persona proclive a la formación de úlceras por presión, comúnmente:
- Es una persona mayor.
- Utiliza una silla de ruedas o permanece en cama durante mucho tiempo.
- No mueve alguna parte del cuerpo sin asistencia.
- Sufre de diabetes o enfermedad vascular.
- Padece Alzheimer o algún trastorno que perturbe su condición mental.
- Posee piel frágil.
- No controla esfínteres.
- Presenta malnutrición.
Síntomas, etapas y tratamiento
Las úlceras por presión se reconocen por la presencia de 4 etapas según la gravedad de los síntomas. La primera se considera la más leve, mientras que la cuarta es la más peligrosa y grave.
- Etapa I: La piel no está rota, pero sí enrojecida y se vuelve blanca al presionarla. El área afectada es de color diferente al de la piel que la rodea. Es una indicación de una posible úlcera.
- Etapa II: Hay pérdida parcial del volumen de la piel y la herida es de color rojo o rosado. No hay escaras, pero pueden observarse ampollas en la piel o una llaga abierta. El área alrededor de la úlcera puede estar roja o irritada.
- Etapa III: Ocurre pérdida de piel en todo su espesor. Es posible la aparición de escaras. La grasa subcutánea puede verse, pero el hueso, el tendón y el músculo no. El tejido por debajo de la piel está dañado.
- Etapa IV: Existe pérdida de piel en todo su volumen. El hueso, tendón o músculo resultan visibles. Puede haber escaras, pero se percibe la herida. Hay socavación y del tejido hipodérmico. La úlcera es tan profunda que ha dañado el músculo y el hueso y, en ocasiones, los tendones y las articulaciones.
Otros tipos de úlceras que no se ajustan a las etapas antes descritas, son las siguientes:
- Úlceras cubiertas de piel muerta amarilla, café, verde o marrón. Existe pérdida de piel en todo su volumen. La herida está cubierta de escaras y la profundidad de la llaga no puede establecerse por la escara. El tejido muerto impide establecer diferencias sobre la úlcera, por lo que la vuelve inclasificable o indeterminada.
- Úlceras por lesión de tejido profundo debajo de la piel. Se identifica por el color marrón, morado o granate oscuro en el área. Puede aparecer una ampolla llena de sangre bajo la piel. La causa es una herida que lesiona el tejido blando debajo de la piel. Este tipo de llaga cutánea puede convertirse rápidamente en una úlcera en etapa III o IV.
Así, la evaluación de las úlceras por presión incluye su evolución, documentación y mejora. Los procedimientos aplicados en cada etapa de la lesión son indispensables durante dicha valoración.
Recomendaciones y cuidados
Para el tratamiento de las úlceras de presión se recomienda los servicios de un centro médico especialista como SADA, ya que las lesiones en etapa I o II comúnmente se curan con un cuidado metódico. Las heridas en etapa III y IV requieren más tiempo para sanar. A continuación, se sugiere una serie de cuidados a seguir:
- Minimiza la presión en el área. Para ello, usa almohadas, cojines de espuma o colchones especiales para disminuir la fricción en la zona lesionada.
- Cambia de posición frecuentemente: Si el paciente está en una silla de ruedas, cambia su posición cada 15 minutos. Si está en la cama, muévelo cada 2 horas aproximadamente.
- Mantén la lesión limpia para evitar infección.
- Limpia la úlcera cada vez que cambies una compresa.
- Lava la zona suavemente con un jabón blando y agua si es una úlcera en etapa I. Usa una barrera antihumedad para preservar la zona de los fluidos.
- Limpia las heridas en etapa II con solución salina para eliminar el tejido muerto.
- Evita el uso de agua oxigenada o productos de limpieza con yodo porque deterioran la piel.
- Mantén la úlcera con un vendaje especial ya que la preserva contra infección y la mantiene húmeda para que pueda curar.
- Las úlceras en etapa III y IV deben tratarse por un centro clínico. Para más información, contacta con SADA.
- Esparce polvo en las sábanas para que la piel no se frote sobre ellas.
- Evita las posiciones que presionen la úlcera.
- Conserva la piel sana, limpia y humectada.
- Revisa la piel del paciente diariamente para comprobar que no tenga otra úlcera.
- Mantén una dieta sana.
- Duerme bien.
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