Atender en casa a un familiar con movilidad limitada, obligado  a permanecer en silla de ruedas o acostado implica una responsabilidad muy grande.

No solo se trata de mantener sus necesidades básicas cubiertas, sino también de evitar que se produzcan complicaciones ligadas al estado de inmovilidad. Dentro de estos problemas físicos se encuentran las molestas escaras o úlceras por presión.

Hay formas de evitar que aparezcan estas lesiones en el cuerpo del paciente. Para eso, hemos preparado una lista con 5 consejos básicos que pueden hacer de la vida de tu familiar algo más llevadera y menos dolorosa.

¿Qué son las úlceras por presión?

Permanecer en una sola posición durante mucho tiempo es muy perjudicial para la salud general. sabemos que algunas personas no tienen otra alternativa, ya sea a causa de un accidente, enfermedades degenerativas u otras patologías deben someterse a tal situación.

Una persona que deba estar acostada todo el tiempo está expuesta a muchas complicaciones, como el deterioro del sistema circulatorio y respiratorio, el adelgazamiento de los músculos, depresión y mucho más. Pero, además, puede verse afectada por úlceras o escaras en la piel.

Este tipo de lesión es el resultado de la constante fricción entre los huesos, la piel y la superficie en la que se encuentra acostado o sentado el paciente. Por eso, se le conoce como úlcera por presión.

Pueden generarse en lugares donde se presenten prominencias óseas, como pueden ser los tobillos, caderas, talones, codos, sacro, etc. Además, son más comunes en los ancianos debido a la delgadez de la piel y a sus condiciones físicas más delicadas.

5 Consejos para evitar la aparición de escaras

Si tienes un familiar que no pueda moverse por sí solo y deba estar acostado o en silla de ruedas debes saber que puedes disminuir la aparición de úlceras por presión. Tan solo se necesita constancia y dedicación.

Muchas veces, lo ideal es contratar a una empresa de cuidadores especializados en este tipo de tareas como SADA. Este es un servicio que ofrece atención de calidad con personal experto que te puede ayudar a mejorar la calidad de vida de tu familiar.

Entre las recomendaciones más importantes para evitar la aparición de escalas tenemos las siguientes:

  1. Realiza el aseo diario del paciente o cada vez que lo necesite.
  • Lava la piel con agua tibia y con jabones poco irritantes
  • Al realizar el secado debes hacerlo sin friccionar la piel y sin dejar residuos de humedad.
  • Examina todos los días con detalle la piel de todo el cuerpo del paciente. Así verás si hay enrojecimiento, eritemas, fragilidad o induración.
  • No aplicar a la piel ninguna sustancia que contenga alcohol.
  1. Evita que exista humedad.
  • Revisa si se presenta incontinencia, excesiva sudoración, exudados o líquidos que salgan de drenajes. De esta forma podrás actuar rápido para mantener el cuerpo seco y limpio. Esto evitará infecciones o maceraciones en la piel.
  • Puedes utilizar pañales absorbentes y/o transpirables.
  • Aplicar productos barrera en las áreas de la piel expuestas a humedad excesiva.
  • Si es posible, ayudar al paciente a controlar los esfínteres.
  1. Utiliza productos adecuados para evitar este tipo de lesiones

Productos para evitar las lesiones de este tipo

  • Productos con ácidos grasos hiperoxigenados o emulsiones cutáneas suavizantes en zonas de riesgo. Esto reducirá el riesgo de aparición de las úlceras.
  • No frotes en exceso sobre las prominencias óseas. Al hacerlo con mucha fuerza se puede producir daño en los capilares.
  • Para reducir las posibles lesiones por presión en las zonas más susceptibles de ulceración como los talones, el sacro, los codos y los trocánteres, protege las prominencias óseas. Para ello, utiliza apósitos hidrocoloides especialmente diseñados para este fin o también espumas de poliuretano.
  1. Realiza los cambios posturales recomendados
  • El cambio de postura se debe realizar al menos cada 2 horas o según lo que indique el plan de cuidados del paciente.
  • Educa al anciano para que intente por sí mismo cambiar de posición cada cierto tiempo.
  • Realiza una rotación programada que, si es posible, incluya el decúbito supino, decúbito lateral izquierdo, decúbito lateral derecho y sedestación.
  • Registra la última posición en la que se ha quedado el paciente para evitar romper el ciclo.
  • Utiliza las posiciones terapéuticas e investiga la forma adecuada de colocar las almohadas para no producir contacto directo entre las prominencias óseas o la cama.
  • Evita por todos los medios apoyar al paciente sobre las lesiones, si las tiene.
  • Debes mantener siempre el alineamiento del cuerpo y la distribución del peso.
  • No sobrepases los 30º en la posición decúbito lateral.
  • Al terminar las movilizaciones, evita que queden arrugas o pliegues en las sábanas de la cama, Recuerda que estas pueden lacerar la piel frágil.
  1. Utiliza accesorios que disminuyan al máximo la presión

Accesorios que disminuyan la presión

  • En el mercado hay colchones especiales para este tipo de pacientes, así como cojines, protecciones locales, almohadas, etc. Son muy útiles siempre y cuando se realice la movilización constante.