7 oficios que nos enseñaron los mayores
Los oficios son labores manuales u ocupaciones realizadas en un área específica. Muchos de ellos han perdido popularidad con el paso del tiempo, especialmente aquellos transmitidos por los padres y abuelos de generación en generación. Los oficios más antiguos son de gran valor para la sociedad porque generalmente, provienen de la experiencia y no de una preparación universitaria.
Nosotros como empresa, valoramos el conocimiento de nuestros mayores y lo consideramos patrimonio para la sociedad. A pesar de los avances tecnológicos, el saber que recogen décadas de experiencia artesanal sigue siendo valiosísimo, pues hay trabajos tan minuciosos que las máquinas no pueden realizar con la precisión y exactitud del ojo humano.
A continuación, conoce 7 oficios que nos enseñaron los mayores:
Zapateros
Cada vez quedan menos zapateros, especialmente los que se especializan en el cuero. Las personas prefieren comprar zapatillas que no acostumbran a reparar. Cuando los zapatos se deterioran, los tiran y compran unos nuevos, pues es más barato y rápido. Por ello cada vez existen menos personas dedicadas a este trabajo.
Costureras y Sastres
Estas labores de confección representan unos de los oficios más importantes de todos los tiempos. ¿Quién no ha requerido alguna vez una prenda de vestir justo a su medida?
Aunque nos cueste creerlo, esta tarea también se ha visto afectada últimamente, en primer lugar por el factor económico: sale más barato comprar prendas de vestir que mandarlas a hacer o reparar. Claro está, jamás se podrá comparar con la calidad y el gusto de los sastres y costureras particulares. Todos los cuerpos son diferentes y un traje a la medida es inigualable.
Relojeros
Otro de los oficios que está en peligro de extinción es el de los relojeros ante la inexistencia de talleres. Afortunadamente, los relojeros transmiten sus conocimientos y experiencia a su familia como estrategia para proteger este oficio patrimonial.
Alfareros
Uno de los oficios más tradicionales y emblemáticos de todos los tiempos. El alfarero hace objetos de arcilla y cerámica en un torno o rueda giratoria. Destacan la elaboración de vasijas, botijos, cántaros y macetas de forma artesanal. Como la mayor parte de los oficios enseñados por los antecesores, corre peligro de desaparecer ante la falta de escuelas. Por lo que, estos artesanos luchan por adaptarse a los tiempos y al mercado.
Entoladoras
Labor realizada especialmente por mujeres que elaboran trajes, velos y mantos de novia entolados a mano. También hacen batones, faldones y faldellines de bautizo y trabajos de reparación manual, sin necesidad de emplear máquina de coser. Estas mujeres confeccionan verdaderas obras de arte que disfrutan enseñando a la generación de relevo. Este oficio requiere de paciencia, concentración y mucha creatividad.
Carboneros
Simbolizan unos de los oficios más representativos en España. Se refiere a las personas que fabrican carbón con leña. Las carbonerías continúan existiendo a pesar del paso del tiempo y de la vida moderna. En dichos sitios, podemos conseguir carbón para barbacoas, cisco para el brasero y leña para chimeneas.
Lutieres
El lutier realiza una de las faenas más antiguas del mundo. Su trabajo consiste en ajustar, reparar o elaborar instrumentos de cuerda. Es decir, violines, guitarras, mandolinas, laúdes, cuatros y ukeleles, entre otros.
Esta tarea es verdaderamente prodigiosa, incluye las técnicas más delicadas elaboradas a mano. Cabe señalar que muy pocos talleres fabrican las cuerdas. Asimismo, todos los instrumentos musicales requieren de mantenimiento. Es por eso que este oficio sigue marcando la pauta en el ámbito musical.
Importancia de los oficios enseñados por los mayores
Las labores que nos han enseñado las personas mayores en la sociedad han cambiado con el paso del tiempo. En las sociedades más conservadoras, el adulto mayor es respetado y apreciado en las familias, mientras que en las sociedades actuales los aportes de las personas mayores son relegados a un segundo plano.
Muchos de los oficios que iniciaron nuestros abuelos y padres desaparecieron, otros permanecen aún, aunque afrontando un peligro de extinción. Dichas tareas tradicionales también son víctimas de la evolución de sus operaciones para llevarlas a cabo. Algunos trabajos se han mecanizado como cambios de la globalización y la diversificación de los mercados.
Es importante para las personas mayores transmitir sus conocimientos y experiencias de los oficios tradicionales a nuestra generación. Esto les permite desempeñar una labor social, así como mejorar su autoestima y fortalecer su oficio ante su comunidad. Además, los aprendices pueden gozar de nuevas oportunidades laborales mediante el aprendizaje de actividades imprescindibles.
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Desde nuestro amor por nuestros mayores abogamos porque en la sociedad se valore el talento de los abuelos y se les respete. De esa forma, sus conocimientos serán heredados por las nuevas generaciones como un valor para su vida.
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