La importancia de las movilizaciones pasivas y cómo hacerlas en los miembros inferiores
Las personas mayores bajo tu cuidado deben hacer ejercicios para mejorar su salud, especialmente si tienen movilidad reducida o están en cama por una enfermedad.
La fisioterapia es parte del tratamiento diario para prevenir el síndrome de inmovilización y la complicación de otros síntomas como hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
Estas son las maniobras de movilización pasiva de los miembros inferiores que aplican los cuidadores de SADA.
Beneficios de las movilizaciones pasivas para las personas mayores
Debido a la inactividad y permanencia prolongada en cama, el paciente sufre atrofia muscular y otros síntomas del síndrome de inmovilización.
Para prevenirlo, debes aplicar ejercicios para mejorar la movilidad articular y muscular. Recuerda que la falta de actividad puede hacer más compleja la enfermedad de la persona en cama.
- Contractura muscular.
- Pérdida de control de esfínteres.
- Úlcera por decúbito.
- Osteoporosis.
- Amiotrofia.
- Anorexia.
- Bronquiectasia
- Trastorno del equilibrio.
Con el objetivo de prevenir estas complicaciones y de mejorar la salud integral del anciano bajo tu cuidado, aplica estas movilizaciones pasivas de los miembros inferiores, que dan estos beneficios.
- Mantenimiento de la masa muscular.
- Mejora de las articulaciones.
- Alivio de las dolencias en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas.
- Reducción de los niveles de triglicéridos y colesterol.
- Disminución de la producción de insulina.
- Regulación del sistema digestivo y circulatorio.
- Prevención de patologías cardiovasculares y de la presión arterial.
- Aumento de la autoestima y de la sensación de bienestar integral.
Precauciones durante las movilizaciones pasivas
Antes de aplicar las maniobras, debes conversar con el paciente y explicarle que se trata de ejercicios sin dolor e indicar cuántas son las repeticiones. Aunque su actitud sea reactiva o poco colaborativa, debes hacerlo como parte de la terapia.
Es importante saber si la persona tiene alguna prótesis, marcapasos, sondas u otros dispositivos para adaptar los ejercicios y evitar accidentes. Igualmente, debes estar atento a sus gestos en el momento de hacer los ejercicios para saber si siente dolor, especialmente los pacientes con limitaciones del habla.
Sigue estas precauciones.
- Aséate las manos.
- Aplica movimientos continuos, mantenidos y suaves.
- Cuida tu postura y la del paciente.
- Evita movimientos bruscos.
- Habla de manera clara y concisa.
Movilizaciones pasivas de los miembros inferiores
Puedes empezar desde 10 hasta 15 repeticiones, según la resistencia de la persona. Recuerda no forzar los movimientos ni causar dolor. Aumenta la frecuencia y la intensidad de forma progresiva. De acuerdo a la capacidad física de la persona, puedes hacerlos dos veces al día.
Flexo-extensión de la cadera
El paciente debe estar en la posición decúbito supino (boca arriba) y flexión de rodilla. Aplica el movimiento de aproximación y separación de la pierna hacia el pecho. Debes hacerlo con tu mano sobre la cara lateral externa de la rodilla y tu otra mano sobre el talón del paciente.
Abducción-aducción
La posición inicial es tumbada en la camilla con la rodilla flexionada y la planta del pie apoyada sobre la superficie. Separa lateralmente la pierna desde la zona media hasta la camilla. Debes colocar la mano sobre la rodilla para realizar el movimiento de separación y la otra mano sobre el tobillo para extender la pierna.
Rotación interna-externa
Para esta maniobra, el paciente debe estar tumbado en decúbito supino, con flexión de cadera y rodilla. Aplica movimientos laterales desde el pie hacia el exterior y hacia la zona media, con tus manos sobre su rodilla y sobre su talón.
Flexo-extensión de la rodilla
La persona mayor se encuentra tumbada en decúbito supino. Debes aplicar el movimiento de aproximación y separación del talón hacia el glúteo. Para ello, debes sujetar la rodilla para estabilizar la pierna y con la otra mano, agarra el talón y la planta del pie.
Movilización de la rótula
La posición inicial es la pierna en extensión sobre la camilla. Realiza el desplazamiento sobre la rótula con presiones suaves en los laterales, con tus dedos índice y corazón en el área medial. Coloca los pulgares en el lado externo lateral de la rodilla.
Flexión-dorsiflexión / inversión y eversión / rotación del tobillo
Debes sentarte a los pies del paciente para aplicar varios movimientos de elevación, hacia los laterales y de rotación sobre el tobillo. Con una mano, sujeta el talón y con la otra el espacio entre los pies a modo de pinza.
Rotación y liberación metatarso falángica / Flexo-extensión de falanges proximales del dedo
Siéntate en los pies del anciano y muévelos para abrir y separar cada falange individualmente en direcciones contrarias. Sujeta cada lado del pie con la palma en el empeine y los dedos en la planta.
Estos ejercicios son aplicados por los cuidadores de SADA con profesionalidad y respeto a la intimidad.
Los ejercicios diarios ayudan a mejorar los músculos y articulaciones del adulto bajo tu cuidado. A su vez, previenen el síndrome de la inmovilización y les procura una sensación de bienestar.
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