Con el paso de los años  el cuerpo y la mente se debilitan. Empieza una dificultad para realizar actividades cotidianas, recordar cosas e incluso comer.

Por desgracia, el 60? los ancianos después de los 65 años de edad pueden perder el apetito y disminuye el deseo de comer. Las personas mayores suelen sufrir muchos factores físicos y psicológicos que le ocasionan hiporexia. Gracias al avance de la ciencia, esta enfermedad puede ser tratada y controlada.

¿Hiporexia qué es?            

La hiporexia es una disminución parcial o completa del apetito. Esta patología se presenta habitualmente en personas de avanzada edad. Con el paso de los años, los pacientes suelen consumir menos alimentos de los que consumían comúnmente.

Es un trastorno alimenticio que afecta la psiquis. La persona no percibe los olores y sabores de los alimentos correctamente y se rehúsa a consumirlos. Solo en España hay más de 8 millones de ancianos que padecen esta enfermedad. Puede llegar a ser difícil de detectar, ya que se puede confundir con un síntoma causado por otra afección.

¿Qué causa hiporexia?        

 

La hiporexia produce un gran desgaste corporal y psicológico en las personas mayores que la padecen.  Es un proceso lento que de ser detectado a tiempo, puede corregirse. A continuación, te hablamos de las causas más comunes que producen esta enfermedad.

Causas psicológicas

Los factores psicológicos son determinantes para provocar esta enfermedad.

Una de las causas más  comunes es la soledad. Habitualmente, las personas longevas que se sienten solas desmejoran su calidad de vida. La falta de compañía ocasiona tristezas, angustias y preocupaciones, que disminuyen el deseo de alimentarse. También, tiene como consecuencia que los ancianos se limiten de actividades sociales.

Puede ocurrir por el padecimiento de enfermedades crónicas o constantes visitas médicas. Esto ocasiona emociones negativas, estrés y nerviosismo que incrementa la sensación de soledad. Algunos especialistas suelen comparar la hiporexia con anorexia nerviosa.

Causas fisiológicas

La hiporexia también puede ser causada por factores físicos. La presencia de enfermedades crónicas como cáncer, mal de Alzheimer, artritis, asma, fibrosis quística y diabetes pueden provocar la falta de apetito.

Por otro lado, el alto consumo de medicamentos y fármacos ocasiona molestias en el sistema digestivo. Esto provoca debilidades en las paredes estomacales y que la ingesta de alimentos sea dolorosa e incómoda. Los pacientes que están expuestos a tratamientos de quimioterapia, la codeína o la morfina tienden a padecer de hiporexia.

¿Cómo tratar la hiporexia?        

La hiporexia es mucho más común de lo que parece. Es una patología que empieza silenciosamente y puede pasar desapercibida. Aquí te explicamos los métodos más factibles para erradicar esta enfermedad.

Afrontar el problema

Antes de tomar cualquier medida, es necesario que los familiares acepten y reconozcan que el adulto mayor padece de hiporexia. Solo de esta forma, se puede empezar la búsqueda de ayuda y asistir al médico especialista. Así también se comprenden las causas de como ha dado origen esta enfermedad en el paciente.

Escuchar las opiniones del paciente

La persona que está a cargo del anciano debe preguntar cuáles son sus preferencias en cuanto a la comida. Tiene que ser una conversación donde el paciente pueda exponer las comidas que más disfruta y las que no quiere comer. Además, es importante dar apoyo emocional, no juzgarlo y tener presente que la persona padece un trastorno alimenticio.

Cuidar la alimentación

Lo ideal es seguir un plan de comidas con una cantidad de calorías exactas por día. Pueden ser de 6 a 5 porciones diarias y platos completamente diferentes. También se pueden incluir aperitivos, frutas y bebidas que incrementen el aporte de nutrientes.

Las proteínas no pueden faltar en la alimentación de un paciente de hiporexia. Lo primordial es que cada plato contenga un gran porcentaje de vitaminas, minerales y aminoácidos.

Es necesario evitar los azúcares y bebidas poco saludables. La ingesta de alimentos con carga nutricional deficiente, solo producen una sensación de saciedad y no aportan propiedades alimenticias. Lo que se busca es que aunque el anciano coma poco y este nutrido.

No forzar la ingesta de alimentos

Evitar obligar al anciano a comer cuando no lo desea. Aunque es necesario seguir con el plan nutricional, también se debe tener en cuenta que, hay días que no se cumplirá la dieta estrictamente.

Cumplir el tratamiento de la hiporexia con fármacos

 

Se deben cumplir con todas las recomendaciones que indique el médico. Lo ideal es que el tratamiento de la hiporexia esté presente con estimuladores de apetito y suplementos alimenticios. En algunos casos, también se suele recetar fármacos para aliviar y controlar problemas psiquiátricos como la depresión y el estrés crónico.

Chequear el peso constantemente

Desde el momento en que el paciente es diagnosticado, se debe realizar un seguimiento de sus medidas y peso. Cada semana o cada 15 días es necesario revisar el peso corporal en una báscula. De esta forma, se podrá verificar que el tratamiento está haciendo efecto o debe ser reestructurado.