Enfermedades articulares en la tercera edad

Llegar a la tercera edad tiene sus ventajas y sus aspectos difíciles. Las personas mayores, así como ganan ventajas en muchos aspectos de su vida, también experimentan muchos cambios degenerativos en sus cuerpos, entre los que se destacan las enfermedades articulares.

Las enfermedades que atacan el sistema articular producen dolor, molestias y, en algunos casos, incapacidad para moverse. Si eres cuidador o familiar de un anciano, seguramente te  enfrentas a una cotidianidad desafiante para atender a alguien que tiene dificultades para moverse solo o con asistencia.

En este artículo estaremos haciendo un análisis breve de cada una de las enfermedades articulares que afectan a los mayores. También ayudamos a cómo prevenirlas y cómo puedes ayudar a un anciano que padece de alguna de ellas.

Sistema articular, enfermedades comunes

Cuando hablamos de enfermedades articulares nos referimos a aquellas que afectan al sistema musculoesquelético, específicamente en las zonas donde se hace flexión (rodillas, codos, caderas, falanges, etc.).

Por lo general, se manifiestan con el dolor y/o con dificultad para el movimiento. Estas enfermedades son comunes en las personas mayores debido al proceso natural degenerativo que se produce con la edad (artrosis), también por procesos inflamatorios (artritis) o por lesiones.

Principales enfermedades articulares

Las enfermedades de las articulaciones en las personas mayores están asociadas a diversos factores aparte de los de la edad. Las  más comunes son:

• Inflamación en la articulación. Esta se puede ver hinchada y enrojecida a simple vista, y el paciente experimenta mucho dolor. Una de las formas más comunes de esta patología es la artritis reumatoide, que inflama de tal manera las articulaciones que estás lucen deformadas.
• Artritis psoriásica. Quienes la padecen también experimentan inflamación en sus articulaciones. Esto es causado por la psoriasis, que se evidencia en manchas blanquecinas en la piel, así como descamación y algunos sarpullidos.
• Artropatía neurogénica. Esta enfermedad tiene su origen en los nervios lesionados. Cuando se produce una lesión nerviosa, el anciano pierde la percepción del dolor. Por lo tanto, puede producir traumatismos diversos y repetitivos en la articulación hasta que la destruye de forma permanente.
• Bursitis. O inflamación de las bursas. Estas son unas pequeñas bolsas que contienen líquido que hace que los huesos en las articulaciones se deslicen suavemente uno contra el otro durante el movimiento. La bursitis se da por lo general en las zonas que tienen uso repetitivo, como los hombros, el codo, las rodillas y las muñecas principalmente.
• Gota. Realmente, esta patología es hereditaria y afecta específicamente al primer dedo del pie (el dedo gordo) causando mucho dolor e inflamación.
• Otras enfermedades articulares que se pueden mencionar son la espondilitis anquilosante, el halux valgus y el halux rigidus, el síndrome de túnel carpiano, hernias discales, fibromialgia, tendinitis y escoliosis.

Cómo prevenir las enfermedades articulares

Aunque ciertos factores hacen que las enfermedades articulares sean inevitables, hay medidas que se pueden tomar para evitar o retardar su aparición, sobre todo en personas mayores que están sanas.

• Usar calzado adecuado: Este debe ser flexible, plano, amplio y cómodo. Que permita un apoyo adecuado de toda la planta del pie, que se pueda sujetar bien y preferiblemente sea cerrado, en especial para aquellos que tienen problemas en las rodillas y en la columna vertebral. Cuando sea conveniente, usar calzado ortopédico.
• Evitar cargar demasiado peso mientras sea posible. Es preferible hacer varios viajes con cargas ligeras y equiparar el peso en ambos brazos para mantener un equilibrio adecuado en la zona lumbar. A la hora de levantar algo del suelo, lo mejor es agacharse flexionando las rodillas hasta ponerse en cuclillas, en lugar de encorvar la espalda.
• Tomar pequeños descansos a lo largo del día de entre 10 y 15 minutos para prevenir la fatiga y el dolor.
• Después de estar mucho tiempo sentado o acostado, lo mejor es mover las piernas antes de levantarse. Esto evita recargar el peso de golpe sobre las rodillas.
• Evitar permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo, ya sea de pie, sentado o acostado. Esto es causa de entumecimiento.
• Las escaleras deben bajarse y subirse lentamente, de a un escalón por vez y sujetándose a las barandillas.
• Es necesario seguir una dieta saludable rica en vitamina D y calcio para mantener músculos, huesos y cartílagos en correcto funcionamiento y tonicidad.
• Mientras sea posible, practicar algún tipo de ejercicio moderado para mantener las articulaciones en óptimo estado.
• Consultar al médico si aparecen molestias persistentes.

Cómo ayudar a las personas mayores con enfermedades articulares

Lo primero que debes entender es que alguien con dolor articular está pasándolo muy mal. Por eso, es muy probable que su estado de ánimo también esté alterado y se encuentre de mal humor. Ármate de paciencia.

En segundo lugar es imperativo que te pongas de acuerdo con el médico tratante. Porque el tratamiento de la enfermedad articular varía dependiendo de cuál sea. Cada una necesita tratamientos específicos, como analgésicos, antiinflamatorios, esteroides y medicamentos que influyen en el sistema nervioso.

También es importante que aprendas correctamente la terapia y los ejercicios físicos que el anciano debe hacer para ayudarle en su realización.

Mientras sea seguro, permite la mayor autonomía posible para que el paciente no caiga en una situación de minusvalía. Mientras pueda hacer cosas por sus propios medios, debe permitírsele.

Por último, no restes validez a lo que está sintiendo el anciano. Es importante escucharlo cuando se queja y ayudarlo a sobrellevar su situación. Desestimar su dolor o asumir que solo lo hace por manipulación lo único logra es empeorar la situación.