Los derechos, aunque pasen los años jamás deberían de perderse, ni mucho menos renunciar a ellos, tal como el poder decir donde vivir a medida que los años y la vejez van ganando terreno.

A pesar de que parece sencillo, muchos ancianos sienten que pierden ese derecho cuando sus familiares directos empiezan a tomar decisiones. En algunos casos, ni siquiera preguntan cuales son sus deseos o la opinión al respecto. 

Y es que un estilo de vida que resulte independiente y autónomo, además de dejarles decidir, les permitirá disfrutar más de esta etapa de la vida. En las siguientes líneas se hablará de la alternativa de escoger entre que una persona viva en un domicilio o en una residencia.

Las personas mayores y la libertad

Cuando una persona va entrando en años, tanto su autonomía como independencia son de las primeras áreas en verse afectadas, especialmente si existen algunas enfermedades. No obstante, esto no los limita de tomar decisiones, siempre y cuando su salud mental se mantenga intacta. Envejecer no tiene por qué ser sinónimo de perder libertad.

La mayoría sueña que a medida que los años llegan, la tranquilidad y la paz serán protagonistas de estos días, ya sea solos o acompañados en casa. Pero, por razones de salud, muchos tienen que optar por cuidados especiales. Esto trae consigo una sensación de ser un estorbo al pasar a ser dependientes de un tercero.

La capacidad de tomar decisiones

No existe una especie de receta mágica para envejecer de manera correcta, aunque sí existen algunos consejos que podrían tenerse presentes: Estar en movimiento, con actividad física constante y llevar una buena alimentación y un adecuado estado anímico.

Aunque la edad puede condicionar algunas capacidades, tanto físicas como mentales, el ejercicio puede mejorar considerablemente esta situación. Todo dependerá del caso puntual de cada persona. Por ejemplo, para aquellos que su movilidad está mucho más afectada, contar con un servicio de ayuda domiciliaria será fundamental, ya que le guiarán y acompañarán.

¿Residencia o cuidador?

Los hijos siempre procurarán lo mejor para sus padres, especialmente cuando se hacen mayores y sus capacidades van disminuyendo. Por el ritmo de vida actual, es poco probable que alguno pueda quedarse a tiempo completo en casa para acompañarlos y cuidarles, por lo que se hace necesaria la ayuda de un tercero.

Entonces surge la pregunta de qué es lo más conveniente: Buscar una residencia o contratar un servicio de cuidadores de ancianos en Castalla para que se encarguen de estar en casa con ellos.

Es fundamental que los ancianos expresen su opinión respecto a este punto. Al fin y al cabo serán ellos los principales afectados con estos cambios y es obligación de los familiares escucharlos y apoyarles.

¿Cómo elegir?

Las residencias siempre van a resultar una buena alternativa. No obstante, se recomiendan especialmente para casos de alto grado de dependencia. Y es que a pesar de que ofrecen una solución integral, el anciano se sentirá tan solo que fácilmente puede caer en un cuadro depresivo.

Por otra parte, los servicios de cuidadores ofrecen atención personalizada. Se convierten en un gran apoyo para aquellas personas mayores que viven solas. Además, se adaptan perfectamente a los horarios y necesidades puntuales del caso, garantizando un trabajo de tiempo completo.

Cuidados a domicilio, compañía permanente

Cuidar de los adultos mayores es tan delicado como si de un recién nacido se trata, especialmente en aquellos casos donde la movilidad se ha visto comprometida. Por eso, tener a una persona encargada al 100?esta tarea siempre será recomendable.

Esto no quiere decir que cualquiera pueda asumir este rol. Es necesario contratar a expertos en la materia que puedan responder ante cualquier eventualidad que se presente de manera oportuna e inmediata.

Existen muchas empresas que se encargan de ofrecer este tipo de servicios. Lo más aconsejable es revisar un poco la trayectoria y años de actividad, ya que muchos pueden aprovecharse de la vulnerabilidad que este tipo de pacientes representa.

La ventaja de estos servicios es que son completamente personalizados. Es decir, pueden ir unas horas al día, a jornada completa, solo por las noches o de manera permanente en casa. Todo dependerá de las condiciones puntuales del caso.

Conocimientos integrales

Como ya hemos dicho, los ancianos son tan vulnerables como un recién nacido. Por eso, este tipo de servicios de cuidadores representa una ventaja respecto a las residencias.

En primer lugar, toda la atención estará puesta sobre el paciente. Esto quiere decir que, aparte de una compañía permanente, en caso de presentarse algún inconveniente físico o médico pueda ofrecer una respuesta inmediata y eficiente.

Además, gracias a sus conocimientos en el área de asistencia médica, se encargarán del tratamiento de salud que el paciente mantenga. Lo cumplirán de manera rigurosa, sin dejar de lado el régimen alimenticio, tan necesario durante estos años, donde la persona requiere mayor ingesta de proteínas, por ejemplo.