¿Qué es la disfagia y cuáles son sus causas?

Uno de los desafíos más grandes que enfrenta el cuidador de una persona mayor es el que tiene que ver con su adecuada alimentación. Cuanto más avanzada es la edad de un individuo, son más las capacidades cognitivas, de motricidad y de control sobre el cuerpo que se pierden. Algunas de ellas son la habilidad para masticar y tragar adecuadamente los alimentos.

Esta dificultad para deglutir es lo que se conoce como disfagia. Su adecuado diagnóstico y seguimiento permitirá ofrecer al paciente un mejor cuidado, asimismo se garantiza su seguridad. En este artículo explicamos qué es y cuáles son sus causas. Una mayor comprensión de la enfermedad permite un mejor tratamiento para el anciano que la padece.

Qué es la disfagia

En términos concretos, la disfagia es una enfermedad que se caracteriza por la dificultad para deglutir (tragar) los alimentos. En el proceso de masticar y tragar se ven involucrados 15 pares de nervios y aproximadamente 50 músculos diferentes.

Desde el momento en que se introducen los alimentos en la boca hasta la deglución se produce una secuencia de movimientos musculares de contracción y relajación, tanto en la boca como en la garganta, que deben ser coordinados neurológicamente.

Aunque el acto de masticar sea algo aparentemente voluntario, cualquier retardo o descoordinación neurológica o muscular puede provocar un desequilibrio en el movimiento del bolo alimenticio. No podrá ser traslado o tomará la dirección equivocada hacia las vías respiratorias, lo que podría traer serias complicaciones como una neumonía por aspiración o incluso la muerte del paciente.

Los profesionales de SADA tienen el entrenamiento y la experiencia suficiente como para atender de forma eficiente a cualquier anciano que esté en esta situación. Asimismo ofrecen asistencia y guía a los familiares que se hacen cargo de un paciente con disfagia.

Clases de disfagia

Según la fase del proceso en que se presente la dificultad para pasar los alimentos de la boca al estómago la disfagia se puede dividir en 2 tipos: disfagia orofaríngea o superior disfagia esofágica o inferior.

Disfagia orofaríngea:

Es aquella que se da en cualquiera de las fases del proceso de tragar. Es decir, cuando se trata de pasar alimento líquido o sólido de la boca al esófago.

En la fase oral se puede presentar descoordinación en el proceso de introducción de alimentos a la boca o durante la masticación y formación del bolo alimenticio. Se necesita coordinación de los movimientos de la mandíbula con las mejillas, los labios y la lengua, al igual que se necesitan de los dientes para la adecuada masticación.

En la fase faríngea se necesita el movimiento de empuje de la lengua contra el paladar para que el bolo pase hacia la faringe. Esto es lo que se conoce como el tragado o deglución.

Durante esta fase, el alimento tiene que atravesar por la encrucijada aerodigestiva. Este es el punto en el que la faringe se cruza con la laringe. En ese punto, existe un mecanismo de cierre glótico que se activa de forma natural para impedir que el alimento pase a la vía respiratoria.

Pero, si este mecanismo falla y el bolo o el líquido se desvía hacia la laringe, se puede ocasionar el atragantamiento o una neumonía por aspiración.

Disfagia esofágica

Una vez que el alimento ha pasado la faringe, llega al esófago. En este tramo, se producen movimientos de peristalsis que son contracciones ondulatorias y descendentes que permiten que el alimento descienda rápidamente y alcance el estómago para empezar la digestión.

Si por alguna razón hay disminución o letargo en estas contracciones, el bolo no llegará con facilidad al estómago y se puede producir dolor, incluso el reflujo.

Causas de la disfagia

En la disfagia orofaríngea se pueden mencionar las siguientes:

  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Alzheimer o la demencia senil.
  • Atrofia de los músculos responsables de la masticación y deglución.
  • Cambio del tono de los músculos involucrados en el proceso de tragar.
  • Diabetes mellitus.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • Enfermedades diversas de los músculos que conforman la faringe.
  • Esclerosis lateral amiotrófica.
  • Falta de producción de saliva.
  • Letargo en la transmisión de órdenes cerebrales hacia los músculos y nervios de la cara.
  • Pérdidas de piezas dentales.
  • Prótesis dentales que no se ajustan correctamente.
  • Sarcopenia, o ausencia de fuerza y pérdida de masa muscular.

Las principales causas de la disfagia esofágica son las siguientes:

  • Aneurismas.
  • Cirugías recientes.
  • Diabetes mellitus.
  • Espasmos involuntarios del esófago.
  • Estrechamiento de la estructura del esófago.
  • Letargo en los movimientos de peristalsis del esófago.
  • Tumores.

Cómo se puede ver, las causas de la disfagia son muchas. Por lo tanto, lo más importante es acudir al médico de cabecera y a los especialistas como el otorrinolaringólogo, neurólogos y gastroenterólogos para obtener un diagnóstico acertado.

Endoscopia

Ellos harán pruebas específicas que incluyen endoscopia, videofluoroscopia y fibrolaringoscopia que darán un resultado más preciso ante las dificultades para tragar. De esta manera, el especialista puede recomendar la terapia más adecuada para rehabilitar al anciano que está en esta condición.

Asimismo, es muy valioso contar con atención especializada en casa, como a las que ofrecen los profesionales de SADA. Su experiencia les permite alimentar con todas las medidas de seguridad a personas mayores que tienen dificultades para hacerlo por sí mismas.

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