6 consejos para mejorar la deglución en personas mayores

Una buena alimentación previene la aparición de diversas patologías y permite que el organismo funcione correctamente. El estado nutricional es un factor clave que está vinculado a la salud de todas las personas, en especial, los ancianos.

No obstante, suele ser común que el funcionamiento orgánico de los mayores cambie con el paso del tiempo. El proceso de envejecimiento se hace evidente y algunos problemas desencadenan la aparición de ciertas deficiencias alimenticias.

Un trastorno frecuente tiene que ver con la disfagia. A continuación, se explicará a groso modo de que se trata, así como, algunos consejos valiosos para mejorar la deglución.

 

¿Qué es la disfagia?

La dificultad para tragar sólidos o líquidos se denomina disfagia y se puede manifestar de diferentes formas. Aunque no es un trastorno exclusivo de personas de la tercera edad, si se presenta a mayor grado en personas de este grupo.

La pérdida de la dentadura, dificultades para adaptarse a las prótesis dentales, lesiones en la zona bucal, entre otras, suelen ser la fuente de múltiples molestias para masticar.

En otros casos, los trastornos deglutorios provienen de la imposibilidad de tragar las bebidas o alimentos debido a que se atascan en la faringe o en algún punto del trayecto antes de llegar al estómago. Hay que destacar que determinadas patologías afectan considerablemente la correcta deglución.

Principales recomendaciones

Un problema de deglución no es cualquier cosa. De hecho, dejar de consumir ciertos alimentos esenciales puede provocar serias consecuencias para la salud de un anciano como la desnutrición, deshidratación y mayor riesgo de contraer infecciones u otras enfermedades.

Existen diferentes estrategias capaces de mejorar la función deglutoria indistintamente de la causa del problema.

  1. Buscar el apoyo de los que profesionales

Tras el diagnóstico resulta trascendental buscar el apoyo de los profesionales. La rehabilitación logopédica consiste en una de las alternativas más eficaces para tratar la disfagia. Reúne una serie de técnicas y ejercicios de la boca, faringe, paladar y lengua.

Contratar el servicio de ayuda doméstica que ofrece SADA suele beneficiar tanto al grupo familiar como al paciente. Los cuidadores están completamente preparados para atender de la mejor manera posible a los usuarios con un deterioro cognitivo significativo. Cuentan con estrategias para ayudarlos a adoptar posturas apropiadas en cada comida.

  1. Acondicionar un entorno adecuado

Crear un buen entorno

Con la finalidad de que la persona mayor afectada pueda alimentarse apropiadamente, es necesario habilitar un ambiente tranquilo, libre de distracciones o ruidos que lo alteren. El momento de la comida debe ser sagrado.

El encargado de suministrar los alimentos tiene que transmitir seguridad y explicar verbalmente cada paso durante el proceso. Propiciar la autonomía, siempre que se pueda, y cumplir con un horario específico.

  1. Mantener una óptima higiene bucal

Utilizar elementos adecuados para la óptima limpieza bucal. La hidratación y estimulación de toda la cavidad a través de un cepillo de dientes eléctrico puede resultar muy útil para asegurar la apropiada salivación. Hay que mantener en perfecto estado la lengua, encías y dentadura postiza.

  1. Ejercicios de estimulación

Los masajes cumplen un papel importante cuando la movilidad y sensibilidad de la cara son deficientes. Según el tono facial se pueden emplear movimientos circulares en frío o calor con presión suave o profunda en los labios y mejillas, según cada caso en particular.

  1. Postura correcta

Mantener una postura adecuada durante cada comida implica que la cabeza y el tronco estén perfectamente alineados. Este mismo criterio aplica para las personas que estén en cama.

Una vez sentado, es muy importante que los pies se apoyen en el suelo y estén descruzados. Las mesas altas son mejores para que la boca esté en una posición más cercana al plato de comida. Enseñar al paciente a:

  • Masticar de manera exagerada y mantener la boca cerrados mientras lo hace.
  • Antes de tragar se recomienda aguantar la respiración y colocar la barbilla lo más cerca posible del pecho.
  • Toser resulta eficaz para eliminar los restos de alimentos.
  • Comer una porción a la vez.
  • No acostarse inmediatamente al concluir la ingesta.

  1. Dieta adaptada a las circunstancias especiales

Los mayores con problemas de deglución podrían compararse a un bebé recién nacido. Sería completamente inapropiado darle un filete de carne a ese pequeño que apenas tolera la leche materna. En el caso de los ancianos, necesitan recibir una dieta que se adapte a sus circunstancias especiales.

Algunos cambios importantes y que favorecen la ingesta son:

  • Modificar la consistencia de los alimentos, que sean homogéneos como purés, yogurt, natillas, entre otros. La textura cohesionada se mantendrá fusionada y no se dispersará en el interior de la boca.
  • Evitar grumos, semillas o diferentes consistencias en un mismo plato.
  • Incrementar la viscosidad de los líquidos. El agua gelificada es una excelente alternativa para facilitar la deglución. Los zumos deben estar libres de la pulpa. Se recomienda colar antes.
  • Utilizar cubiertos pequeños o instrumentos adaptados para sólidos y líquidos. La ingesta mejora considerablemente con porciones pequeñas.
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