La lectura es una forma eficaz de proteger la mente y mantenerla activa al llegar a la tercera edad. Por eso, tanto psicólogos como neurólogos recomiendan desarrollar el hábito de leer de forma regular. Conoce los beneficios principales que se pueden aprovechar con esta actividad tan especial.

¿Por qué fomentar la lectura en adultos mayores?

Las personas mayores, especialmente después de cumplir 65 años, empiezan a presentar deterioro cognitivo. Sin embargo, leer puede ser de ayuda para contrarrestar las señales de alteraciones en la memoria, el pensamiento y el juicio.

Las ventajas de realizar esa actividad diariamente se convierten en razones para promoverla entre los adultos mayores. Algunos de sus beneficios más importantes son:

Favorece el sueño

Las dificultades para dormir plácidamente aumentan de manera considerable al ir envejeciendo. Por lo tanto, no resulta fácil ni conciliar ni conservar el sueño toda una noche. Bajo esas circunstancias, leer resulta muy útil.

Además, un libro será un mejor compañero de noche que un dispositivo electrónico. Los móviles y otros equipos con pantallas emiten un brillo que hace aún más difícil dormir. Al contrario, leer libros o revistas en papel destensa los músculos y libera el estrés que acumula el cerebro. De ese modo, proporciona un estado ideal que favorece la conciliación del sueño.

Mejora la memoria

Tener el buen hábito de leer contribuye a que personas de la tercera edad tengan una mejor memoria episódica. Esta es una función cognitiva que se encuentra vulnerable ante el deterioro neurológico. Esta memoria hace posible recordar nítidamente lugares, emociones y más detalles contextuales de momentos específicos.

Por consiguiente, permite que conocimientos nuevos se vayan asentando sobre las bases de experiencias pasadas. La lectura aporta emociones y esas harán que los recuerdos se asienten mejor. Además, al leer se ejercitan las capacidades cognitivas, por la variedad de expresiones, personajes e historias.

Reduce los riesgos de sufrir Alzhéimer

Mitiga el deterioro cognitivo

 

Diversos estudios han comprobado que leer reduce los riesgos de sufrir Alzhéimer en personas de la tercera edad. Como mínimo, esta actividad retrasa la aparición de esa peligrosa enfermedad progresiva que va afectando las funciones mentales.

Eso se debe a que la lectura está asociada a un deterioro más lento del rendimiento cognitivo que se produce durante la vejez.

Ofrece entretenimiento

Los vehículos adaptados sirven para trasladar a las personas mayores al médico u otros lugares. Sin embargo, debido a su condición de salud, es poco probable que salgan tanto como antes. Leer les proporcionará el entretenimiento que necesitan al estar en su hogar o en la residencia.

Así mantendrán su mente ocupada, al introducirse en aventuras que fomentan la creatividad, la imaginación y la inspiración. Ante la falta de quehaceres diarios, es beneficioso ocupar el tiempo leyendo para evitar centrarse en las preocupaciones.

Reduce los sentimientos de soledad

Signos visibles de la la edad adulta y el envejecimiento cutáneo

Es normal que las personas mayores se sientan solas, pero aquellas que leen experimentan ese sentimiento con menor frecuencia. Eso se debe a que, como resalta el punto anterior, pueden entretenerse con un mundo diferente.

Aparte, leer da la oportunidad de socializar. Hay clubes orientados específicamente a intercambiar opiniones sobre diferentes libros. Esa lectura colectiva, en la que se comparten puntos de vista distintos, es aún más provechosa.

Pues aporta matices interesantes que podrían pasarse por alto al leer a solas. Además de ello, refuerza la memoria al repetir algo que se ha leído y ha captado la atención .

Aumenta la concentración y la empatía

El cerebro tiene la tendencia a dispersarse, pero leer aumenta la capacidad de concentrarse. Durante la lectura, la persona mayor se sumerge, a fin de sentir que está viviendo la historia. Eso le permite extraer los detalles más relevantes y previene que su mente se desvíe a otras cosas.

Como resultado, esa actividad cognitiva incrementa su capacidad de atención y observación. Por otra parte, los lectores habituales se identifican con ciertos personajes. Esto contribuye a que sientan mayor empatía. Al fin y al cabo, se les hará más fácil interpretar los sentimientos y emociones de otros.

Disminuye el estrés

Reducción de la tensión y mejora de la ansiedad

Leer disminuye el estrés con mayor rapidez y eficacia que beber infusiones o escuchar música. De hecho, la lectura genera una significativa mejora en las personas mayores que padecen ansiedad o depresión. Así como de diferentes fobias, ideaciones paranoides, psicosis y trastorno obsesivo compulsivo.

Está comprobado que leer reduce la tensión en los músculos y tiene efectos positivos en el estado anímico. Por supuesto, para experimentar este beneficio, es importante seleccionar bien la revista o libro que se leerá.

Lo mejor es evitar las noticias y escoger un libro con una temática que capte el interés del lector. De esa forma, el adulto mayor podrá escapar satisfactoriamente de la realidad y empezar a explorar un mundo nuevo.