Entre los trastornos del sueño que más afectan a las personas mayores se encuentra la apnea, o la interrupción de la respiración y deficiencia en el transporte de oxígeno al cerebro. De acuerdo a su gravedad, causa cansancio, pérdida de la concentración y agrava enfermedades como la hipertensión y deficiencias cardíacas.

Se identifica por fuertes jadeos, ronquidos y resoplidos, aunque no todas las personas que roncan sufren apnea. La obesidad y tener amígdalas y adenoides grandes pueden causar el bloqueo de las vías respiratorias.

A continuación, te diremos 5 consejos para tratar la apnea en personas mayores.

Consultar con el médico

El diagnóstico de este trastorno debe hacerlo un médico, quien comprueba su gravedad. Al observar que la persona mayor sufre estos síntomas, es momento de llevarle al especialista o consultar con los cuidadores profesionales de SADA. Estas son las señales más importantes.

  • El paciente se cansa y se irrita porque no ha podido descansar adecuadamente. Puede perder la concentración y sufrir accidentes.
  • Es propenso a sufrir constantes dolores de cabeza y mareos.
  • Los niveles de oxígeno de sangre disminuyen, lo que agrava los cuadros de hipertensión y cardiopatías.
  • Se presentan mayores probabilidades de sufrir de enfermedades hepáticas.
  • Cambios en los ciclos de sueño, vigilia y en los estados de ánimo. Mayor incidencia de depresión.

Si el anciano ha sido diagnosticado con un apnea leve o moderada, se recomiendan los siguientes cuidados, que se pueden hacer desde casa.

Bajar de peso

El sobrepeso influye en la aparición de la apnea y complica otros cuadros, hipertensión, diabetes y cardiopatías. Al establecer un adecuado programa de ejercicios y una alimentación adecuada, se procura el mejoramiento integral del paciente.

Las caminatas por la mañana de por lo menos 30 minutos son una manera de empezar con buen ánimo el día al poner en movimiento las articulaciones y oxigenar el cerebro. Este tipo de terapia los llena de energía por la liberación de endorfinas. De acuerdo a su condición física, otras actividades que pueden hacer son clases de yoga o musicoterapia.

Es importante que el cuidador esté atento de supervisar estas actividades para evitar caídas o tropiezos, al considerar que uno de los efectos de la apnea es la pérdida de la concentración.

Eliminar el consumo de alcohol, somníferos y nicotina

 

 

El médico tratante puede recomendar a sus pacientes excluir de sus dietas la ingesta de bebidas alcohólicas y sustancias estimulantes de la actividad cerebral como el café y la nicotina.

En caso de que la persona tome somníferos o antihistamínicos por un tratamiento en específico, es decisión del especialista la conveniencia de quitarlo para evitar las complicaciones del trastorno del sueño.

Cumplir una rutina antes de dormir

En el tratamiento de la apnea es importante enseñar al paciente una rutina y cumplirla todas los días antes de acostarse o de hacer la siesta para regular su actividad cerebral. La hora debe ser la misma y se debe procurar no hacer actividades intensas antes de acostarse porque quitan el sueño.

Para ayudarle a dormir, se debe mantener una luz tenue en los alrededores del dormitorio, evitar los ruidos fuertes y beber líquidos antes de ir a la cama. Debes procurar mantener la temperatura entre 18 y 21 °C para garantizar un ambiente más confortable.

Los especialistas recomiendan acostar de lado al anciano para favorecer la posición de la lengua y mejorar su respiración.

Usar CPAP y férulas

Es posible la inclusión del tratamiento de presión positiva en las vías respiratorias en los casos de apnea obstructiva del sueño, con un dispositivo que bombea aire bajo presión hacia los pulmones para desbloquear la tráquea durante el sueño. En los casos de apnea leve, no es necesario utilizarlo.

Este tratamiento puede ser de 3 tipos.

  • CPAP. La presión es ligera y estable para mantener abiertas las vías respiratorias.
  • APAP. De acuerdo a los patrones de respiración de la persona, la presión se modifica.
  • BiPAP. La presión es mayor durante la inhalación y viceversa.

Para los casos más leves, se suele colocar una férula a la medida en la faringe para regular la actividad de la respiración. Gracias al avance tecnológico, hay de distintos tipos. Una de ellas es la de avance mandibular, posicionada en la lengua y en los tejidos blandos para ensanchar las vías respiratorias.

Su diseño es personalizado al tomar las impresiones dentales del paciente, de su maxilar y mandíbula. Se recomienda usarla a corto plazo para mejorar considerablemente las interrupciones en el sueño y disminuir la intensidad del ronquido. A largo plazo pueden desgastar los tejidos. Estas férulas están diseñadas por cirujanos ortodoncistas especializados.

Cuidados profesionales

Envejecer trae cambios físicos, psicológicos y emocionales en las personas que varían de acuerdo a su estilo de vida, nutrición y condiciones genéticas.

En algunos casos, los familiares no tienen la posibilidad de cuidarlos por sí mismos. Para hacerlo, pueden contratar a los cuidadores a domicilio de SADA, certificados y con años de experiencia.